3 muletillas a evitar en la crianza extraordinaria (…en las que yo aún trabajo cada día).
Hoy quiero hablarte sobre esas 3 muletillas, frases de “teacher”, de “madre”, de “padre”, de “abuelo”, de “tío”, de “vecino”, vaya que a todos se nos escapan. Nos hemos programado así y creo que solo tomando conciencia de la cantidad de veces que las decimos ya estamos dando un gran primer paso. Cuéntame si tú también las dices a menudo.
· “Venga, si es muy fácil”; esta es una de las que más se dicen como maestras, explicando lo que vamos a hacer, tratando de animar al peque a que haga algo que le asusta o le genera inseguridad, pero también es una que utilizamos en la crianza, porque en principio brinda apoyo, le hace sentir que estamos ahí, que sabemos que pueden hacerlo.
¡Pero tiene trampa! Si lo consigo, no tiene mucho mérito, total, era muy fácil. Y si no lo consigo…¡qué bajón! con lo fácil que era. Desde que soy consciente de esta trampa tengo que taparme la boca a menudo hablando con mayores y pequeños, nos sale solo pero…
¿Cuál es la realidad? Que hablar de algo que sabemos que les va a costar quitándole hierro al asunto no va a ayudarle a que lo consiga. Veo últimamente la moda de las afirmaciones en el espejo con los peques y me encanta, pero a veces las afirmaciones son la muestra de lo que queremos que nuestros niños y niñas hagan “no voy a llorar”, “me voy a portar super bien”, etc y no lo que les vendría bien escuchar en su proceso de crecer y descubrir el mundo. Este tipo de afirmaciones “no voy a llorar en el cole hoy”, no cumplen el objetivo real, que nos sintamos con poder y sepamos que podemos. Total, que hablar con este tipo de lenguaje convincente y con ese tono de afirmación camuflada a nuestros pequeños y pequeñas, hace que no seamos fieles a la realidad, quizá lo que es fácil para ti es complicado para ella, y no pasa nada por hablar de la complejidad de algunas cosas, de hecho es una de las herramientas que más van a necesitar para su mochila en la adolescencia; entender que a veces el mundo es complejo, hay cosas que duelen, que cuestan, que no son fáciles y no pasa nada. Elige el lenguaje que mejor se adapte a vosotros, pero qué tal en lugar de “es muy fácil”, le añadimos un “no”. Por ejemplo, “trepar esa pared no es muy fácil, pero tienes muchas ganas de conseguirlo”.
¿Qué te parece el cambio? ¿Lo intentamos?
· “¡¡Muuuuuuy bieeeeen!!”; las dos palabras más escuchadas en la escuela, en el parque, en el médico, en casa, en el autobús, a niños y niñas, a animales, a mayores. Nos encanta felicitar y aunque es super positivo estar pendiente de la otra persona y alegrarnos de lo que han conseguido, con esas dos palabras mágicas hablamos más de lo que nos genera a nosotros lo que han conseguido que de lo que han conseguido en sí, no sé si me explico. El muuuuuy bieeeen nos pone contentos, el peque nos mira con los ojitos brillantes, feliz de haber conseguido algo y que nos ponga muy contentos, y claro que esto está bien. Pero! ¿de dónde viene la motivación? ¿es intrínseca o extrínseca? ¿tendrá ganas de hacerlo cuando no haya nadie mirando y listo para decirle “muy bien!”? Quizá sí, no es cuestión de juzgar a nadie, ya te digo que yo trabajo cada día por evitarlo y aún me cuesta.
Pero sé que hace mucho más bien lo siguiente; describe lo que están haciendo bien (saca tu vena descriptiva y describe las cosas más pequeñas, les encantan) y resalta al final de la frase un valor que está creciendo en ellos derivado de esa acción.
A ver Mar, ejemplos…
“Te has esforzado mucho en cortar la pera solo, a eso lo llamo perseverar” , lo que les llega; ¡yo puedo, lo volveré a hacer! (aunque no haya nadie mirando, seguro que con lo que observan se dan cuenta!).
“Esperar en una cola tan larga es complicado pero tú has sido muy paciente”, lo que les llega; “soy paciente y puedo esperar”.
“Has pegado tres pegatinas en orden, la blanca, la azul y la rosa, y alrededor has dibujado tres líneas, veo que te has concentrado mogollón para esto!”, lo que les llega; “mamá se fija en cada detalle de mi dibujo, pegar y dibujar se me da bien”.
· “Eso es normal”; Sí, también, es inofensivo pero sin mucha más explicación puede detonar tempestades.
Imagínate que vas en un largo viaje en coche, te empieza a doler la cabeza, sientes que estás atado en la silla y un dolor fuerte, un poco de mareo, le dices a un adulto “me duele la cabeza, me mareo”, y el adulto, con todo el cariño del mundo le responde “llevamos dos horas en el coche, eso es normal”. De nuevo, desde el amor, tratamos de ayudar a los pequeños a que vayan comprendiendo causa-efecto, cómo funciona el mundo, nuestro cuerpo y ambiente, pero nos olvidamos de que en ocasiones, los adjetivos “normal”, “bien”, “fácil” carecen de significado para ellos y solo hacen que estorbar. “Mamá dice que que me encuentre así es normal”, y ahora trata de responder a la siguiente pregunta con objetividad “¿mamá, y qué significa normal?”. Responderíamos algo como “es algo que le pasa a todo el mundo, que ocurre cuando hacemos una cosa u otra”. En definitiva, es una tempestad hablada cuando son algo más mayores y una tempestad de las gordas cuando no.
Evitemos la tempestad así;
—describe qué ha pasado en ese preciso momento, cuanto más detalle mejor (una vez comprenden el lenguaje, si no, limita palabras y añade gestos)
—Pongamonos creativos y pensemos qué puede hacer para sentirse mejor, y si no vamos a poder ofrecerlo, concederle el deseo con magia; “ir en coche a veces marea, me encantaría que construyeran coches sin ruedas, que volaran y así no nos marearíamos, ¿no?”. Cambiamos de perspectiva, hacemos del momento algo sobre lo que reflexionar o investigar y evitamos tempestad.
—o simplemente escucha y asiente o dí “hmm”, “ohhh”, “jo”, “vaya!”. Dejando tiempo para que encuentre sus propias conclusiones, te sorprenderá ver cómo a veces simplemente necesitan que escuchemos como se sienten y les demos la seguridad que estamos realmente escuchando, y solitos van encontrando sus respuestas.
Cuéntame tus muletillas personales y si crees o dudas que no es “la mejor” opción. Claro que muchas veces se nos escapa y no es cuestión de torturarnos, no es de vida o muerte pero sí es verdad que hay otras opciones a estas tres muletillas que enriquecen vuestra relación y su aprendizaje mucho más. Espero que te hayan gustado.