Si estás navegando los 12-24 meses, “Acolchando el siguiente escalón” es para ti.

En un mundo en el que lo conocido es ser bebé, ¿cómo podemos acompañarles en el siguiente escalón sin perder el norte? Un cuaderno de más de 60 páginas guiado por 7 vídeos donde encontrarás la información que necesitas para empezar a poner intención en cada minuto del día, alejándonos de la culpa y dándole la bienvenida a nuestra nueva caja de herramientas.

Silenciemos el ruido que llega desde fuera cuando empiezan a moverse, cuando empiezan a descubrir, sepamos dónde, cómo y cuándo poner límites. Reconectemos con nuestros valores, con lo que queremos para el día a día sabiendo qué está pasando en su cerebro en esta etapa. 

Otorguémosle el lugar que merece a la regulación, a la gestión del estrés y a regar esas raíces cognitivas y emocionales que empiezan a crecer. Todo esto, como siempre, con un toque de juego, de concentración y de rincones que nutren la curiosidad. ¿Empezamos?

¿Cómo funciona el cuaderno?

Una vez recibas tu cuaderno, podrás acceder a cada uno de los capítulos a través del PDF. Al inicio de cada capítulo, nos vemos en un vídeo de entre 8-13mins donde comparto mi visión y al acabar, podrás volver a tu cuaderno para leer información relevante y empezar a trabajar en él a través de unas preguntas clave que te llevarán a donde quieres llegar.

  • Comprenderemos qué está pasando en este recién estrenado escalón, hablaremos de las temidas regresiones y la importancia de conocer lo que realmente está aprendiendo tu pequeño.

  • Quizá ya te has dado cuenta que probar una cosa de aquí y una de allá a veces se siente como mezclar en una ensalada todo lo que vas encontrando en la nevera, sin mucho orden. Pero la crianza es más bien un plato de cuchara hecho a fuego lento con cuatro ingredientes pensados y comprados con mimo. ¿Qué te parece crear tu plato de cuchara, tu plato bien pensado con esos 4 ingredientes que sabes que nunca fallan y lo empecemos a poner a cocinar?

  • Vente a aprender sobre el piso de arriba y el piso de abajo del cerebro, sobre el autocontrol y la diferencia entre un comportamiento “malo” o la percepción del estrés. Comprender lo que está pasando detrás de esos comportamientos complejos de gestionar nos trae paz.

  • Saber cuándo, cómo o por qué poner limites en esta nueva etapa es probablemente la tarea más compleja de los 12-24. Te doy la mano, te cuento mi forma de gestionarlo desde una mirada respetuosa, respetuosa para nuestros peques pero también respetuosa con nuestra realidad y capacidad. Poner límites amorosos es un paso necesario cuando regamos esas raíces emocionales. ¿Sabes cómo abordarlo?

  • Si me conoces sabes que la regulación es mi tema favorito. Es muy complejo y los engranajes se entremezclan, pero he crea- do para ti un recorrido introductorio para la etapa en la que estás, que espero que te sirva de gran ayuda, ¿vamos a ello?

  • Como enamorada de las primeras veces y de darle lugar a esa curiosidad rebosante que crece en nosotros cuando somos “nuevos” en este mundo, te cuento lo que para mi es realmente importante en el día a día de un pequeño regulado; los rincones de juego & concentración. Y cómo incorporarlos en clave de regulación.

  • En este último capítulo vamos a coger todo lo que hemos aprendido y de lo que hemos hablado y vamos a retomar nuestro día a día como si fuera una hoja en blanco. Vamos a tener espacio para escribir cómo es cada uno de los días de la semana actualmente y vamos a redibujarlos con lo que ya sabes de tu “ya no bebé”. Para que recuperes el tiempo que mereces, para que te deshagas de eso que ya no te sirve y puedas subir a este nuevo escalón desde la calma.

Hasta ahora, tu bebé confiaba en ti para filtrar la intensidad con la que se relacionaba con el mundo. Nuestros brazos han sido refugio, han sido pequeñas burbujas en las que aislarnos de ruido, interacciones o expectativas. Mamar o tomar biberón significa traer esa burbuja silenciosa al bebé y conectar con su adulto, bajar revoluciones, descansar.

Y muy a menudo entonces, cuando dejamos de ser bebés, buscamos, demandamos o añoramos esos momentos que tratamos de reclamar cada vez con más fuerza. La fuerza de quien ya sabe cómo relacionarse con el mundo.