Mis 3 mejores consejos para sobrevivir a un verano inmersos en la crianza — sin perdernos por el camino.
Empieza el verano. Y con él meses y meses sin escuela y sin estructura. Y en la newsletter vamos a hablar de esta etapa y de sobrevivir. Esta es la primera de una serie de cartas en las que vamos a llenarnos de herramientas porque son ahora, más que nunca, cuando las necesitamos.
De hecho, este verano The Extraordinaries va a estar abierto y voy a darte la mano a ti y a las familias de mi programa de acompañamiento para que en una temporada desreguladora por definición, no nos falte sostén.
El motivo por el que hace 1 año empecé en este proyecto fue para poder ayudar de verdad a familias como la tuya, comprometidas con la crianza, por lo que en unos meses tan complejos de navegar no vamos a dejar de llenarnos de herramientas y poner intención en cada pasito del camino.
Hoy quiero traerte esos 3 consejos, que me encantaría compartir, por si te nutren o resuenan en esta etapa ↓
1.Ten clara cuál es la estación de vuestra vida en la que estáis.
Porque solo tú sabes cómo se siente tu crianza, necesitas tener claridad en cuanto a cómo estás realmente y qué capacidad tienes para acompañar de una manera o de otra.
No nos sirve de nada sacar juegos nuevos, preparar actividades resultonas que nos apetece hacer con ellos si en el fondo tenemos poca capacidad o energía para sostener esa actividad y las consecuentes “bajadas de tensión” o momentos de estrés que naturalmente llegan con ellas.
¿Estamos sobreviviendo? ¿Cuánta ayuda tenemos durante el día? ¿Estás trabajando o tratando de, además?
¿Tenemos capacidad para añadir algo más? ¿O primero hay que controlar esta etapa en la que acabamos de entrar?
¿Notamos que nuestros niños están preparados para dar un pasito más? ¿Podemos entonces afrontar este "empujoncito” por nuestra parte energéticamente?
Es un error enorme pensar en la crianza como algo lineal donde nosotras intentamos dar el 100% sin importar por lo que estamos pasando. Precisamente por el significado intrínseco de “criar” de acompañar a nuestros niños y niñas a navegar cada etapa del crecimiento en esta Tierra, tenemos que poder dar el 20% hoy, el 80% mañana y celebrar cada uno de esos momentos de la misma manera.
2. No olvides que entretener no es el objetivo.
Ni estimular, ni potenciar, ni enseñar ni entretener. Criar es otra cosa. Es sentar las bases, regar las raíces y poder crear un entorno seguro donde desarrollarse a su ritmo, sin intervención adulta, pero con mucho sostén.
Crecer, experimentar el día a día, aprender sobre relacionarse, sobre su cuerpo o nuevas capacidades es más que suficiente estimulación para este verano.
Muchas veces pensamos que necesitamos entretenerles porque “se están aburriendo” pero la realidad es que nuestros niños y niñas están, entonces, están desregulados.
¿Cuándo fue la última vez que relajada, de vacaciones, sin preocupaciones ni mucho que hacer, te aburriste? Quizá no fue aburrimiento, fue descanso, bajar revoluciones, tener tiempo para pensar o disfrutar del paisaje, pero no “aburrimiento”. El aburrimiento es a menudo, incomodidad disfrazada.
Por lo que entretener en ese “aburrimiento” es únicamente una técnica más para enmascararlo.
¿Igual es, el verano, un buen momento para explorar esa línea base de relajación y tratar de llegar a ella colectiva y abiertamiente?
A nuestros niños aún en fases no verbales podemos explicárselo, prestarles esas palabras, “vamos a tratar de estar relajados hoy y elegir a qué queremos dedicarles ratitos”.
Y a nuestros niños en fases verbales, podemos contarles que; “cuando estamos aburridos, igual es que algo nos preocupa o estamos incómodos, vamos a intentar no estarlo, a descansar y a pensar qué nos apetece hacer de verdad, y hacerlo”.
3. No planifiques sin tenerte en cuenta a ti también.
Nos levantamos, desayunamos, recogemos, dientes, zapatos y al parque, del parque a hacer comida, comer, siesta, jugar…espera, ¿y tú? ¿Para qué tienes capacidad hoy?
Claro que nuestros niños, cuando están acostumbrados a un ritmo que no te deja lugar para respirar, van a encontrar dificultad en rellenar esos huecos por ellos mismos.
Pero volvemos a lo anterior, ¿estamos acostumbrados a tener entretenimiento proporcionado por nuestros adultos 24/7? Si es así, obsérvalo, te animo a escribir qué es exactamente eso que piden cuando tienes un ratito para ti, quizá eso que parecen que necesitan en realidad es una respuesta a una dificultad con la que se están encontrando, no saben gestionar y necesitamos hacer mucho trabajo de regulación.
“Si mamá, papá, mi hermano…suele guiarme y decirme qué tengo que hacer durante el día, ¿cómo se supone que tengo que averiguar lo que tengo que hacer ahora sin guía? Voy a llamar a mamá y que juegue conmigo, aún no sé a qué pero a algo. Y si no que me saque algún snack o me lleve a algún sitio”.
Todo esto son decisiones desde el inconsciente alimentado por esa forma de vivir acostumbrada a recibir entretenimiento constante.
El mejor regalo que les podemos hacer a nuestros niños y niñas desde ya, es aprender a disfrutar del presente, a escuchar a su entorno y a escucharse a ellos mismos, para que no necesiten bailar al son de los demás.
Lo veo en cada una de las familias con las que estoy trabajando, no hay paso que no traiga un poquito de marea, pero empezar el verano con otra mentalidad, con ganas de nutrir las raíces para que nuestros niños y niñas encuentren el equilibrio a nuestro lado, es la mejor inversión.
Si quieres saber más sobre cómo podemos empezar en este camino, tengo un par de huecos para familias en estos meses de verano en los que te doy la mano con sesiones individualizadas de 1 hora tanto online como en persona (Valencia).